
Características del muralismo mexicano
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Análisis de la historia del muralismo mexicano
El muralismo mexicano fue la promoción de la pintura mural a partir de la década de 1920, generalmente con mensajes sociales y políticos como parte de los esfuerzos de reunificación del país bajo el gobierno posterior a la Revolución Mexicana. Fue encabezado por “los tres grandes” pintores, Diego Rivera, Jos Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros. Desde la década de 1920 hasta aproximadamente la de 1970 se crearon muchos murales con mensajes nacionalistas, sociales y políticos en edificios públicos, iniciando una tradición que continúa hasta hoy en México y que ha tenido repercusión en otras partes de América, incluido Estados Unidos, donde sirvió de inspiración para el movimiento artístico chicano.
México ha tenido una tradición de pintar murales, desde la civilización olmeca en el periodo prehispánico hasta el periodo colonial, con murales pintados principalmente para evangelizar y reforzar la doctrina cristiana. La tradición moderna tiene sus raíces en el siglo XIX, con este uso de temas políticos y sociales. El primer pintor muralista mexicano que utilizó temas filosóficos en su obra fue Juan Cordero a mediados del siglo XIX. Aunque trabajó principalmente con temas religiosos, como la cúpula de la iglesia de Santa Teresa y otras iglesias, pintó un mural laico a petición de Gabino Barreda en la Escuela Nacional Preparatoria (ya desaparecida).
La revolución (mural)
Historia del arte, Arte socialmente comprometido 17 de junio de 2016 Angie Kordic “La comunidad que aterroriza sobre el hombre olvida que los hombres son “personas”, no unidades biológicas”. Estas fueron las palabras pronunciadas por los líderes de la revuelta política de México en 1910 que llegarían a influir también en el mayor movimiento artístico del país: el muralismo mexicano. Mientras la revolución nacional contra la tiranía del presidente Porfirio Díaz se iba gestando poco a poco, una pequeña comunidad intelectual estaba encabezada por Antonio Curo, Alfonso Reyes y José Vasconcelos, junto con el artista gráfico José Guadalupe Posada y Gerardo Murillo, también conocido como el Dr. Atl y creador del primer mural moderno. Estos hombres, muy educados y cultos, ejercieron una inmensa influencia en toda una generación de muralistas mexicanos que continuaron su labor una década después hasta los años setenta. Fue un levantamiento que dejó que el arte hablara en su nombre; de hecho, probablemente se puede decir que ningún otro movimiento propuso y produjo arte para el pueblo como la pintura mural mexicana, entrelazada con su nación y tradición con tanta dedicación y visión.
La revolución mexicana y el arte
“¿Quieres ver con tus propios ojos los resortes ocultos de la revolución social? Mira los frescos de Rivera. ¿Quieres saber cómo es el arte revolucionario? Miren los frescos de Rivera”. 3 de 11
“Como artista siempre he tratado de ser fiel a mi visión de la vida, y con frecuencia he estado en conflicto con quienes querían que pintara no lo que yo veía sino lo que ellos deseaban que viera.” 6 de 11
“Los errores y las exageraciones no importan. Lo que importa es la audacia para pensar con un tono de voz fuerte, para hablar de las cosas tal como uno las siente en el momento de hablar; para tener la temeridad de proclamar lo que uno cree que es verdad sin temor a las consecuencias.” 7 de 11
“Mencioné un deseo que tenía de pintar una serie de murales sobre las industrias de Estados Unidos, una serie que constituiría un nuevo tipo de poema plástico, que representaría en color y forma la historia de cada industria y su división del trabajo.” 9 de 11
“Mientras cabalgaba de vuelta a Detroit, una visión del imperio industrial de Henry Ford pasaba ante mis ojos. En mis oídos, oía la maravillosa sinfonía que salía de sus fábricas, donde los metales se convertían en herramientas al servicio de los hombres. Era una música nueva, que esperaba al compositor con el genio suficiente para darle una forma comunicable”. 11 de 11
Qué personaje político fue admirado por rivera y orozco e incluido en sus murales
El muralismo mexicano se refiere a un proyecto artístico financiado por el gobierno mexicano en un intento de reunificar el país bajo el gobierno posterior a la Revolución Mexicana. El proyecto pretendía que los artistas promovieran ideas políticas sobre la revolución social que acababa de terminar para que los espectadores pudieran reflexionar sobre lo fundamental que fue la revolución en la historia de México. Esto se consiguió mediante la realización de murales, grandes obras de arte pintadas en la propia pared, que contenían mensajes sociales y políticos generales. A partir de la década de 1920, el proyecto muralista estuvo encabezado por un grupo de artistas conocido como “Los Tres Grandes”[1], compuesto por Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros. Desde la década de 1920 hasta la de 1970, se expusieron muchos murales con mensajes nacionalistas, sociales y políticos en muchos lugares públicos, como capillas, escuelas, edificios gubernamentales y mucho más. La popularidad del proyecto muralista mexicano inició una tradición que continúa hasta hoy en México; una tradición que ha tenido un impacto significativo en otras partes de las Américas, incluyendo Estados Unidos, donde sirvió de inspiración para el movimiento artístico chicano.
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