El banquete de platón resumen

El banquete de platón resumen

Citas del simposio de Platón

Comienza Fedra. Según él, el mayor bien para un hombre es tener una amante. El amor es la mejor guía en la vida, porque nos hace huir de las acciones feas y hacer sólo las buenas. Un ejército de amantes sería invencible porque ningún hombre sería un guerrero cobarde y malvado.

Pausanias toma su turno. En su opinión, el problema está mal planteado. Se le pidió que cantara el amor como si fuera una sola cosa, luego hay varios tipos de amor. Hay que buscar qué tipo de amor es digno de alabanza.

Lo mismo ocurre con el amor: “Es malo ceder a un hombre de manera miserable y desdichada, y es bueno dar una gran manera a un hombre de valor”. Pausanias elogia la “Afrodita celestial”, que tiene lugar entre hombres que aman tanto el cuerpo como la mente, en contraposición a la “Afrodita popular”, que tiene lugar entre personas de sexo opuesto simplemente con el fin.

El amor del cuerpo es menor que el amor de la mente, porque el primero es efímero, “tan pronto como la flor de este cuerpo se desvanece que amaba, vuela a tirar de las alas, traicionando todos los discursos y promesas. ” Mientras que “el que ama el alma es el amante toda la vida, porque se adhiere a algo constante”.

Resumen del simposio de Platón pdf

Apolodoro relata a un compañero anónimo una historia que aprendió de Aristodemo sobre un simposio, o cena, dado en honor del trágico Agatón. Sócrates llega tarde a la fiesta, ya que estaba perdido en sus pensamientos en el porche vecino. Cuando terminan de comer, Erixímaco recoge una sugerencia de Fedro, de que cada uno pronuncie por turno un discurso en alabanza del dios del Amor.

El siguiente en hablar es el poeta cómico Aristófanes. Aristófanes dibuja un simpático mito que sugiere que antes éramos el doble de personas que ahora, pero que nuestra amenaza a los dioses hizo que Zeus nos cortara por la mitad. Desde entonces, vagamos por la tierra en busca de nuestra otra mitad para volver a unirnos a ella y estar completos. Agatón sigue a Aristófanes y pronuncia un discurso retóricamente elaborado que identifica al Amor como joven, bello, sensible y sabio. También considera que el Amor es el responsable de implantar en nosotros todas las virtudes. Sócrates cuestiona el discurso de Agatón, sugiriendo que éste ha hablado del objeto del Amor, más que del Amor mismo.

Simposio de Platón sparknotes

La “escalera del amor” aparece en el texto Simposio (c. 385-370 a.C.) del antiguo filósofo griego Platón. Trata de un concurso en un banquete de hombres, en el que se pronuncian discursos filosóficos improvisados en alabanza de Eros, el dios griego del amor y el deseo sexual. Sócrates resume los discursos de cinco de los invitados y luego relata las enseñanzas de una sacerdotisa, Diotima. La escalera es una metáfora del ascenso que un amante puede hacer desde la atracción puramente física hacia algo bello, como un cuerpo bello, el peldaño más bajo, hasta la contemplación real de la Forma de la Belleza en sí.

Diotima le dice a Sócrates que si alguna vez llegara al peldaño más alto de la escalera y contemplara la Forma de la Belleza, nunca más se dejaría seducir por los atractivos físicos de las jóvenes hermosas.  Nada podría hacer que la vida mereciera más la pena que disfrutar de este tipo de visión.  Dado que la Forma de la Belleza es perfecta, inspirará la virtud perfecta en aquellos que la contemplen.

Este relato de la escalera del amor es la fuente de la conocida noción de “amor platónico”, por el que se entiende el tipo de amor que no se expresa a través de las relaciones sexuales.  La descripción de la ascensión puede verse como un relato de la sublimación, el proceso de transformación de un tipo de impulso en otro, generalmente, uno que se considera “más elevado” o más valioso.  En este caso, el deseo sexual de un cuerpo bello se sublima en un deseo de comprensión y entendimiento filosófico.

Simposio sobre el discurso de Fedro

El Simposio (griego antiguo: Συμπόσιον, Sympósion [sympósi̯on]) es un texto filosófico de Platón fechado hacia el 385-370 a.C.[1][2] Representa un concurso amistoso de discursos extemporáneos pronunciados por un grupo de hombres notables que asisten a un banquete. Los hombres son el filósofo Sócrates, el general y político Alcibíades y el dramaturgo cómico Aristófanes. Los discursos se pronuncian en alabanza a Eros, el dios del amor y el deseo.

En el Simposio, Eros es reconocido tanto como amor erótico como un fenómeno capaz de inspirar valor, coraje, grandes hechos y obras, y vencer el miedo natural del hombre a la muerte. Se considera que trasciende sus orígenes terrenales y alcanza cotas espirituales. Esta extraordinaria elevación del concepto de amor plantea la cuestión de si algunas de las extensiones más extremas del significado podrían tener una intención humorística o de farsa. Eros se traduce casi siempre como “amor”, y la palabra inglesa tiene sus propias variedades y ambigüedades que proporcionan desafíos adicionales al esfuerzo por comprender el Eros de la antigua Atenas[3][4][5].