El martirio de san felipe ribera

El martirio de san felipe ribera

Por qué fue desollado San Bartolomé

Tema popular en la Italia y España de la Contrarreforma, la obra de Ribera, profundamente conmovedora, retrata los últimos momentos del apóstol antes de ser desollado vivo. El espectador debe empatizar con Bartolomé, cuyo cuerpo parece atravesar la superficie del lienzo, y cuyos brazos extendidos abrazan una luz mística que ilumina su carne. Sus ojos penetrantes, su boca abierta y su mano izquierda suplicante denotan una intensa comunión con lo divino; sin embargo, esta misma mano llama nuestra atención sobre los instrumentos de su tortura, colocados simbólicamente en forma de cruz. El verdugo parece haberse detenido ante la fe activa de Bartolomé, y su ceño fruncido y su rostro parcialmente iluminado sugieren un momento de duda, con la posibilidad de conversión.

El uso de fuertes contrastes de luz y oscuridad y el extremo naturalismo revelan la influencia de Caravaggio, cuya obra Ribera habría visto tanto en Roma como en Nápoles, donde vivió desde 1616 hasta el final de su vida. Sin embargo, a diferencia de Caravaggio, Ribera ha animado el lienzo con una variedad de pinceladas y texturas, lo que permite al espectador involucrarse aún más con esta pintura de gran carga psicológica.

San Bartolomé

“Ribot -Ribera”: el paralelismo entre el artista francés que expuso en el Salón en los años 1860 y su ilustre predecesor español del siglo XVII se convirtió muy pronto en un estribillo. Cada nueva exposición justificaba la comparación y hacía más explícita la deuda del más joven con su mayor, ya que tanto la temática como el uso del color los unía.Fue en las colecciones españolas pertenecientes a Luis Felipe y expuestas en el Louvre durante más de diez años donde se produjo el encuentro entre los dos artistas y donde Ribot extrajo la fuerza de su realismo sombrío. En esta insólita ilustración de la historia de San Sebastián, expuesta con éxito en el Salón de 1865, Ribot no utilizó el episodio tan representado desde la Edad Media, en el que el mártir está atado a un árbol, con el cuerpo atravesado por las flechas. Eligió una escena posterior, cuando Santa Irene y una de sus sirvientas bañaban sus heridas; sólo una flecha rota en el centro del primer plano y los restos de una cuerda alrededor de su muñeca derecha recuerdan su calvario. Brillantemente iluminado por una fuente de luz procedente de la esquina superior derecha, el cuerpo del santo destaca frente a las formas de dos mujeres arrodilladas con ropas oscuras que asoman en la oscuridad y apenas se distinguen en el paisaje nocturno. Sin embargo, el sutil paso de la sombra a la luz no es lo que habrían visto los visitantes de 1865, ya que las pinturas de producción industrial que utilizó han evolucionado de forma diferente y las sombras, en particular, se han vuelto negras.

Biografía del apóstol Felipe

Sobre el artistaGuido Reni fue un pintor italiano del periodo barroco, aunque sus obras mostraban una manera clásica, similar a la de Simon Vouet, Nicholas Poussin y Philippe de Champaigne. Pintó principalmente obras religiosas, pero también temas mitológicos y alegóricos. Activo en Roma, Nápoles y su Bolonia natal, se convirtió en la figura dominante de la Escuela Boloñesa que surgió bajo la influencia de los Carracci.

Más allá de Italia, la influencia de Reni fue importante en el estilo de muchos artistas barrocos españoles, como Jusepe de Ribera y Murillo. Pero su obra fue especialmente apreciada en Francia -Stendhal creía que Reni debía tener “un alma francesa”- e influyó en generaciones de artistas franceses como Le Sueur, Le Brun, Vien y Greuze; así como en pintores neoclásicos franceses posteriores. En el siglo XIX, la reputación de Reni decayó como consecuencia de los cambios de gusto, ejemplificados por el juicio censor de John Ruskin, que calificó la obra del artista de sentimental y falsa. El interés por Reni ha resurgido desde 1954, cuando se organizó una importante exposición retrospectiva de su obra en Bolonia.

Tumba del apóstol Felipe

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