Mihrab de la mezquita de cordoba comentario
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Mihrab cordobés
Uno de los rasgos más llamativos del arte o la arquitectura islámicos es el modo en que las inscripciones en escritura árabe forman parte de patrones más amplios y ornamentales gracias a sus características decorativas y cursivas.
El aprecio por la caligrafía (el arte de escribir con pluma) tiene una larga tradición en la cultura árabe, y los calígrafos eran muy estimados. La veneración por la caligrafía se basaba principalmente en la primacía del árabe como lengua del Corán. Dado que el Corán contenía la revelación final de Alá (Dios) al mundo en sus palabras, la palabra escrita tenía un potente significado.
Para los musulmanes, la Palabra es el Corán, para los cristianos la Palabra (logos) es Cristo, hecho carne como nos informa San Juan (I/ 14). Para los cristianos, pues, las imágenes o representaciones figuradas de Cristo o de su Madre y de los santos podían inspirar veneración y mover a la oración. Cristo era el mensaje y la representación figurada un medio importante para transmitir ese mensaje a los analfabetos.
Mahoma nunca pretendió ser más que el mensajero de Alá; nunca reivindicó ninguna forma de divinidad y no realizó ningún milagro. Por tanto, no era el mensaje sino el mensajero, y el último de los profetas. Rechazó la idolatría y, aunque el Corán no dice nada explícito sobre el arte y la escultura, los hadices -las tradiciones o relatos de la vida y los dichos de Mahoma transmitidos por su familia, amigos y seguidores- son bastante categóricos al condenar al artista como creador de ídolos.
Arquitectura de la Gran Mezquita de Córdoba
Esta conferencia presenta brevemente la arquitectura y la decoración del mihrab de la Mezquita Mayor de Córdoba. Con forma de cámara discreta y ricamente ornamentada con mármol tallado y mosaicos de oro, el mihrab es el punto central de la sala de oración de la mezquita, ampliada durante el reinado del segundo califa omeya andalusí, al-Hakam II (r. 961-76).
Marfil, Pedro. “La Mezquita Mayor de Córdoba”. En El esplendor de los omeyas cordobeses. Exposición en Madinat Al-Zahra, Córdoba, del 3 de mayo al 30 de septiembre de 2001. Córdoba: Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía para Fundación El Legado Andalusí, 2001, 45-48.
Ruggles, Fairchild D. “Desde los cielos y las colinas: El flujo de agua hacia los árboles frutales y las fuentes de ablución en la Gran Mezquita de Córdoba”. En Rivers of Paradise : Water in Islamic Art and Culture, editado por Sheila Blair y Jonathan Bloom, New Haven: Yale University Press, 2009, 81-103.
Glaire Anderson es profesora titular de arte islámico en la Universidad de Edimburgo. Su trabajo académico explora el arte de al-Andalus y del primer Occidente islámico. Actualmente está terminando una segunda monografía que explora la ciencia y la cultura visual islámicas medievales a través de la carrera del polímata cordobés del siglo IX ‘Abbas Ibn Firnas, famoso por un experimento de vuelo humano temprano. También está investigando la historia y el patrimonio del arte digital y la cultura visual islámica de Filipinas.
Historia de Córdoba
Según la tradición, en el emplazamiento de la actual Mezquita-Catedral se encontraba originalmente una iglesia visigoda, la basílica cristiana católica de San Vicente de Zaragoza, aunque la historicidad de esta narración ha sido cuestionada por los estudiosos. [9] [10] [11] La Mezquita Mayor se construyó por orden de Abd ar-Rahman I en el año 785, cuando Córdoba era la capital de la región de Al-Andalus controlada por los musulmanes [12] [13] [14] [15]. Entre las adiciones más notables, Abd ar-Rahman III añadió un alminar (terminado en 958) y su hijo Al-Hakam II añadió un nuevo mihrab y una sección de maqsura ricamente decorados (terminados en 971)[16][13] La mezquita se convirtió en catedral en 1236, cuando Córdoba fue capturada por las fuerzas cristianas de Castilla durante la Reconquista. La estructura en sí sólo sufrió pequeñas modificaciones hasta que un importante proyecto de construcción en el siglo XVI insertó una nueva nave y un crucero de la catedral renacentista en el centro del edificio. El antiguo alminar, convertido en campanario, también fue remodelado de forma significativa en esa época. A partir del siglo XIX, las restauraciones modernas permitieron recuperar y estudiar algunos de los elementos de la época islámica del edificio[17][18]. En la actualidad, el edificio sigue siendo la catedral de la ciudad y en él se celebra la misa a diario[19].
Plano de la Mezquita de Córdoba
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Fig. 15. Los restos in situ de un edificio fueron revelados al público en 2005; el panel interpretativo sugiere que se trata de la Basílica de San Vicente, que supuestamente fue demolida para dar paso a la mezquita. Pero algunos estudiosos no están de acuerdo.
Córdoba es una ciudad de fantasmas. Por supuesto, podría decirse que España es un país de fantasmas, pero el efecto se acentúa en el sur, el lugar de gran parte del patetismo de la nación. Desde finales del siglo XIX, estos fantasmas han perseguido los intentos modernos de salvar el patrimonio de la ciudad y atraer el turismo. Ya en 1912 se identificó una zona histórica para su protección; el objetivo, en palabras del alcalde, era
perpetuar y sostener, en la medida de lo posible, el carácter típico de nuestra población en los barrios que, por la estructura clásica de sus calles y el aspecto del conjunto, evocan el recuerdo de razas extinguidas y los acontecimientos de épocas lejanas, y excitan la curiosidad de quienes los visitan.1
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