Pantocrator del abside de san clemente de tahull

Pantocrator del abside de san clemente de tahull

Arte gótico

La pieza, expuesta en el MNAC (Museo Nacional de Arte de Cataluña) de Barcelona, procede del ábside central de una iglesia románica consagrada en 1123 en el Valle de Boí, en Cataluña. La ausencia intencionada de todo naturalismo es en cierto modo exagerada, probablemente en un intento de subrayar el alejamiento de Dios. El Libro Sagrado en la mano de Cristo está abierto, y tiene una frase clara: Ego Sum Lux Mundi (Yo soy la Luz del Mundo).

Cataluña es un paraíso para los amantes del arte románico, y Barcelona tiene una gran parte de él. La iglesia más antigua de la ciudad es una iglesia románica, Sant Pau del Camp, un tesoro escondido y olvidado en el barrio de El Raval. Destruida por Almanzor a finales del siglo X, fue reconstruida posteriormente siguiendo el modelo original. El claustro y el tímpano son sus principales atractivos “estéticos”, con una interesante iconografía en las columnas del claustro (los capiteles muestran un intrincado arte figurativo que recuerda a un manuscrito iluminado… otra característica del arte románico).

Arte Románico – 6 España

Sant Climent de Taull (7.26), España, es un ejemplo destacado de arquitectura y arte románico tanto en el interior como en el exterior del edificio. El estilo arquitectónico románico se caracteriza por sus arcos de medio punto en los edificios, en contraposición a los arcos de punta del estilo gótico. La arquitectura suele tener muchos elementos simétricos y tiene formas simples, incluyendo muros macizos y gruesos, grandes torres, arcos de medio punto, ventanas y puertas estrechas, ventanales, bóvedas y arcadas formadas en un patrón semicircular. El ladrillo era el bloque de construcción estándar, aumentado con otras piedras disponibles. Los muros eran grandes y planos o suavemente curvados y estaban decorados con pinturas murales para ilustrar partes de la Biblia. Se desconoce la fecha de construcción original, pero el edificio fue consagrado en 1123. La iglesia no se construyó para los peregrinos, sino para un lugar de culto de la comunidad local. La obra de arte se creó como inspiración para los practicantes de la religión.

La planta de la iglesia es una basílica estándar con tres naves y un ábside al final de cada nave. Los muros se construyeron con ladrillos, las altísimas columnas de piedra separaban las naves y sostenían las arcadas. Este tipo de construcción de muros macizos (7.27) no permite muchas ventanas, lo que hace que el interior de la basílica sea muy tenue. Los muros sirven de lienzo en blanco en el interior de la iglesia y proporcionan un lugar para pintar los numerosos frescos que relatan historias bíblicas para educar al pueblo. El diseño convencional del edificio románico incluye un techo de madera, muy problemático cuando se produce un incendio. El primer piso es la base de la torre, que soporta otros seis pisos. La torre tiene ventanas más grandes en cada piso ascendente, lo que da a la estructura una sensación de ligereza, mientras que su altura demuestra la influencia de las torres bizantinas verticales. Las torres más altas podían tener ventanas porque la envergadura era significativamente menor que la amplia extensión de la iglesia.

Pantocrator del abside de san clemente de tahull en línea

El arte románico vive en Lleida. El tiempo pasa lentamente en los valles de la provincia de Lleida, que ha sabido mantener la identidad de sus iglesias románicas, el disfrute de sus aguas cristalinas y sus delicias gastronómicas.

Entre nuestras joyas, el arte románico de la Vall de Boí es excepcional por la concentración de un número tan elevado de iglesias del mismo estilo arquitectónico en el valle. Este hecho puede sorprender a primera vista, pero cuando los templos se construyeron en el siglo XI – XII, cumplían una función mucho más allá de ser simples lugares de oración, y también donde la gente se reunía y se refugiaba.

Estas iglesias se han conservado a lo largo del tiempo con pocas modificaciones gracias al aislamiento del Valle hasta bien entrado el siglo pasado. Por ello, la visita a este espacio constituye un viaje en el tiempo hacia el conjunto románico en su concepción inicial.

Una de sus principales características es la unidad de estilo arquitectónico. La integración, en un entorno de gran belleza, de estas sencillas y sobrias construcciones complementa y realza el paisaje. Podrá ver con sus propios ojos la cuidada cantería, el esbelto campanario y la decoración exterior de arcos ciegos y bandas lombardas.

Pantocrator del abside de san clemente de tahull 2021

Las pinturas románicas abundan en España. Estos frescos pueden verse hoy en día en el Museo Nacional de Arte de Cataluña en Barcelona y en el Museo Diocesano de Vich. Pueden agruparse por su región de origen o por su estilo. Aunque todos proceden del siglo XII, algunos parecen más antiguos que otros, quizá porque sus autores se inspiraron en ciertos motivos arcaicos. Se pueden distinguir dos grupos principales de pinturas románicas españolas: uno de la zona de los Pirineos y del oeste de España, el otro grupo incluye la región circundante y el obispado de Vich. El primer grupo incluye las iglesias situadas en la antigua baronía de Erill, cuyas pinturas se encuentran actualmente en el Museo Nacional de Arte de Cataluña. Este grupo incluye las pinturas de las iglesias de San Juan de Bohí, San Clemente y Santa María de Tahull, Santa Eulatia de Estahón, San Quirico o Quirze de Pedret, Santa María de Esterri de Aneu, San Pedro de Burgal, San Pedro de Sorpe, San Pedro de la Seu d’Urgell y Santa María de Mur (esta última alojada en el Museo de Boston).