
Teatro romano de merida historia
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Dónde está el teatro romano de Mérida
La viticultura en Extremadura, tiene su génesis en la época romana. En aquella época, esta comunidad gozaba de un punto estratégico tan conocido y reconocido como Emérita Augusta (actual Mérida), capital de Lusitania, una de las principales regiones de abastecimiento del Imperio.
Alrededor del río Guadiana -las Anas romanas- florecieron aldeas y campos de cultivo de vino. En el Teatro Romano de Mérida hay valiosos mosaicos que certifican la importancia del vino en aquella época para la región.
Durante la Edad Media la dominación árabe rompió la tradición vinícola heredada de los romanos, ya que una sura del Corán prohíbe el consumo de bebidas alcohólicas sólo si no hay otra cosa que beber.
El Real Monasterio de Guadalupe, cuna de la Hispanidad, no sólo influyó en las Villuercas, sino que fue más allá y llenó América de cepas y buenas técnicas que hoy perviven con extraordinaria fuerza.
La Extremadura, además, contribuyó a difundir el arte de la viticultura allende los mares (muchos de los conquistadores procedían de esta región) en los años de la colonización de América en las fértiles tierras del nuevo mundo.
Hechos del teatro romano de mérida
La forma arquitectónica del teatro en Roma se ha relacionado con ejemplos posteriores más conocidos desde el siglo I a.C. hasta el siglo III d.C.[1] El teatro de la antigua Roma, referido como un periodo de tiempo en el que la práctica teatral y la representación tenían lugar en Roma, se ha relacionado aún más con el siglo IV a.C., tras la transición del estado de la monarquía a la república[1] El teatro durante esta época se separa generalmente en los géneros de tragedia y comedia, representados por un estilo particular de arquitectura y juego escénico, y transmitidos a una audiencia puramente como una forma de entretenimiento y control. [En lo que respecta al público, los romanos favorecían el entretenimiento y la representación por encima de la tragedia y el drama, mostrando una forma de teatro más moderna que todavía se utiliza en la época contemporánea[2] El “espectáculo” se convirtió en una parte esencial de las expectativas cotidianas de los romanos en lo que respecta al teatro. [Algunas obras de Plauto, Terencio y Séneca el Joven, que han llegado hasta nuestros días, ponen de manifiesto los diferentes aspectos de la sociedad y la cultura romana de la época, incluidos los avances en la literatura y el teatro romanos[1] El teatro durante este período de tiempo llegaría a representar un aspecto importante de la sociedad romana durante los períodos republicano e imperial de Roma[1].
Teatro de la antigua Roma
El Teatro Romano de Mérida o “Teatro Romano” es una de las ruinas más impresionantes de esta antigua colonia del Imperio Romano. En conjunto, estas ruinas, que incluyen el Puente Guadiana y el Anfiteatro de Mérida, forman el Conjunto Arqueológico de Mérida, Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Construido aproximadamente en los años 15-16 a.C., el Teatro Romano de Mérida habría sido uno de los muchos edificios públicos erigidos en la zona. En aquella época, Mérida era conocida como Emerita Augusta y era la capital de la Lusitania romana.
El cónsul Vipsanius Agrippa (yerno de Augusto) promovió la construcción de un teatro en Emerita Augusta al convertirse en la capital provincial de Lusitania. Construido entre el 16 y el 15 a.C., el teatro se construyó contra la ladera de una colina para abaratar el coste de la cantería. El resto de la estructura era de hormigón y estaba revestida de sillería.
Aunque el teatro no era el pasatiempo romano más popular, una ciudad de prestigio exigía un teatro y el de Mérida se construyó para reflejar esto, con capacidad para 6.000 espectadores. El teatro fue renovado posteriormente, ganando un suelo de mármol para la orquesta (donde normalmente se sentaba el coro). El escenario era originalmente de madera, debajo de la cual se ocultaban todos los aparejos teatrales.
Ruinas romanas de Mérida
Se encuentran en la actual plaza de Margarita Xirgu, originalmente se ubicaban dentro de la ciudad romana pero en la periferia, junto a la muralla, teniendo en cuenta la orientación de las dos vías principales de la ciudad, el decumanus y el kardo, aprovechando la pendiente del cerro de San Albín para la construcción de las gradas. El Teatro Romano se construyó entre los años 16 y 15 a.C. cuando era cónsul Agripa, yerno de Augusto. Con el paso del tiempo sufrió varias reformas y hacia el año 105 d.C. se levantó el actual frente escénico, siendo reformado de nuevo entre los años 333 y 335. La introducción oficial del cristianismo en el siglo IV fue una de las principales razones por las que el teatro dejó de utilizarse y cayó en el abandono y la consiguiente ruina. Lo que hoy podemos ver y visitar es el resultado de las excavaciones que se iniciaron en 1910. Tenía una capacidad para seis mil personas que se colocaban según su estatus social en tres partes diferentes, ima, media y summa cavea, separadas entre sí por pasillos y barandillas.
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